Hace 140 años nació Alumni, el primer gran campeón en la historia de nuestro fútbol, nueve títulos entre 1901 y 1911, el equipo de los siete Brown (seis hermanos y un primo), todos nietos de un escocés, escuadra anglófila con ojos de hoy, pero no en aquel momento, cuando ese lugar era ocupado por Lomas, según advierten historiadores. 

La fundación sucedió un 2 de febrero de 1884, en una escuela de élite porteña, Buenos Aires English High School, dirigida por el docente Alexander Watson Hutton, 29 años, huérfano, masón, matemático, medalla de oro en griego y latín, pero a quien recordamos en Argentina como pionero de nuestro fútbol, por el impulso que le dio, pero ante todo por su creación de Alumni, al que le enseñó un juego duro, de atropellada, muy inglés en ese momento.

Tuvieron que pasar casi setenta años para que un equipo argentino pudiera derrotar a uno inglés en su propio suelo. Fue River, que le ganó 4-3 a Manchester City. Era el River que venía de “La Máquina”, acaso el equipo más célebre de su historia. El River que había ganado en su inicio profesional, por el dinero que gastaba, el apodo de “Millonarios”.

Y trascurrida la segunda mitad de aquel nacimiento de Alumni, ya año 2024, los “millonarios” son hoy los de Manchester City, dinero de Abu Dabi, que le permite comprar a las mejores estrellas, entre ellas Julián Álvarez y, ahora, al “Diablito” Echeverri, acaso las dos últimas grandes joyas justamente de River, el primero ya confirmado, el segundo puro futuro.

Las diferencias, 140 o 70 años después, son hoy abismales. Casi no hay competencia posible a nivel de clubes, aunque sí de selecciones, por supuesto, porque “La Araña” (y el “Diablito” en el Preolímpico) juegan con camiseta blanquiceleste, no inglesa. Imposible predecir que podría suceder con esas diferencias en los próximos ya no 140 ni 70 años, sino en los próximos veinte. Acaso en los próximos cinco. El fútbol, como el mundo, cambia a pasos cada vez más acelerados. Son los tiempos del poder económico, siempre más codiciosos que los tiempos sociales del poder político. Tiempos, en la Argentina de los decretazos y Ley Ómnibus, en los que comienza a dominar la moda de los Clubes SA. Tiempos en los que, no sabemos, Manchester City ya no solo podría comprar a Julián Álvarez y al Diablito, sino al propio River.